CORRIJO EN MÍ LO QUE ME MOLESTA EN TÍ

CORRIJO EN MÍ LO QUE ME MOLESTA DE TÍ*

En algunas ocasiones he hablado ya sobre el espejo y lo voy a hacer una vez más, ya que me acaba de caer el veintononón. Si bien es cierto que hace tiempo comprendí que lo que me molestaba de los demás tenía que ver conmigo, apenas ahora entiendo cómo funciona esto. 

Me explico. 

Antes, yo pensaba que si me molestaba mucho algo de alguien era porque yo tenía esa característica. Luego aprendí que puede ser eso o todo lo contrario, por ejemplo, que si me molestaba que alguien gastara en exceso, era porque yo también gastaba en exceso o, por el contrario, porque me dolía el codo. Sin embargo, gracias a los videos de Ricky Angulo, Miguel Valls y Covadonga Pérez Lozana, estos días he llegado a comprender que eso va más allá:

Sí, todo lo que me molesta mucho de otros tiene que ver conmigo de manera directa o contraria pero SIEMPRE habla de CÓMO ME TRATO A MÍ MISMA. O sea, en esta lección que me dan los que me hacen de espejo, ELLOS NO EXISTEN… la lección que tengo que aprender es DE QUÉ MANERA YO ME HAGO ESO. 

¿Cómo llegué a ese entendimiento? Pues después de ver innumerables videos de las personas que arriba menciono, un día simplemente lo entendí. Iba en mi camioneta, y como siempre, me molestó mucho ver a diferentes personas con la vista clavada en sus teléfonos en lugar de poner atención a la manejada. Pues de repente… ¡toñoñoñoñón… me di cuenta que YO HAGO LO MISMO!!!!!!  Si bien esa conducta mía ha sido tipo “nomás la puntita” (o sea que solo lo hago cuando el tráfico es lento o cuando es una cuadra chiquita y no viene nadie), ¡de todos modos LO HE ESTADO HACIENDO!

 ¿Y por qué me molesta tanto ver a los otros? Porque esa reacción es EL  recurso que tiene mi espíritu (como el de todos ustedes) para hacerme ver que la estoy cajeteando CONMIGO MISMA. ¡Plop!

Pues bien, en esta adicción a los videos para el espíritu me topé también con uno de Louise Hay: “¿Cómo Amarte a ti Mismo?”. Confieso que al principio no me atrajo mucho, ya que tengo la tendencia a despreciar o rechazar aquello que ya todo mundo conoce (como cuando decidí estudiar Ingeniería Industrial porque toda la perrada –o sea las mujeres- se estaba yendo por la carrera que yo había elegido: Relaciones Industriales). Sin embargo, como recientemente me cayó el veinte de que las críticas a mi persona me calaban mucho porque así o más duro me criticaba yo (o sea, que no me acepto como soy), decidí aventarme el video. 

¿Qué les puedo decir? Simplemente que es extraordinario y que todos estaríamos mejor si siguiéramos los sabios y sencillos consejos que Louise Hay nos da en él. El primero de ellos y probablemente el más importante es: DEJA DE CRITICARTE. Dice la señora Hay que si así lo hiciéramos, ya no habría necesidad de repasar los demás. 

Bueno, pues hace dos días, mientras estaba en Pilates, me percaté de mis chaparreras (o sea, la parte superior externa del muslo). De inmediato, un pensamiento de descontento hacia esa zona cruzó por mi mente, pero la voz de Louise Hay vino en mi auxilio: ¡DEJA DE CRITICARTE! Y me imaginé, no tanto a mi niña interior, sino a mi adolescente interior, ya que ella –y todas las que he sido hasta el momento- también vive en mí. De pronto me di cuenta que estaba siendo cruel conmigo misma y me cayó otro veintesote.

Verán, siempre me ha molestado bastante que la gente se meta con el peso, tanto de los gorditos como de los flaquitos, y que hagan comentarios inoportunos y pendejos como: 

  • “Por eso estás gordo, ya no comas tanto” 
  • “Ayyy  qué delgada estás, necesitas comer más”
  • “Ya no te queda la ropa, deberías hacer ejercicio”
  • “Has bajado mucho de peso, ya no bajes NI UN GRAMO MÁS” (¡GRRRRRRRR! ¿QUÉ LES IMPORTAAAAAAAAA?)

Por muchos años, pensé que esa molestia se debía al hecho de que mi mamá siempre hubiera  batallado con su peso (y sufrido por ello) y que por consiguiente, yo me había vuelto sensible a ese tipo de comentarios. 

Así es, yo pensaba que simplemente la otra gente era insensible al dolor ajeno, y me había comprado el cuento de que yo era muy linda al defender a los que no encajábamos en los estándares de “buenura” de los demás… Nada más alejado de la realidad. 

En ese momento que me criticaba por tener chaparreras, entendí que mi enojo hacia comentarios estúpidos como los que mencioné anteriormente NO TENÍA QUE VER CON LOS DEMÁS, sino que –una vez más- ERA EL RECURSO DE MI ESPÍRITU para hacerme ver que YO HAGO LO MISMO CON MI PERSONA… wow! Me sentí como si hubiera descubierto la cura para una terrible enfermedad… y bueno, en cierto modo así fue, ya que descubrí la clave de la felicidad. 

De inmediato comencé a pedirme perdón, repitiendo una y otra vez: “te amo, lo siento, perdóname, gracias, te amo, lo siento, perdóname, gracias, te amo, lo siento, perdóname, gracias”. Después de decirlo mentalmente varias veces, me sentí mejor.

Y es que nos han educado a ser amables con todo el mundo, menos con nosotros, así que a partir de ese día estoy resuelta a quererme más, a hablarme bonito y a recordarme lo maravillosa que soy (igual que lo son todos ustedes y el resto del mundo). Para empezar, comencé a escribir afirmaciones lindas sobre mí en unos papelitos hermosos. Unos los encontré en las cosas de mi hija y hasta vienen en una cajita muy simpática (se supone que son para orar, pero ¿qué mejor oración que reconocer la maravilla que Dios ha creado, no?); otros los compré apenas antier en una venta de garaje y ayer que escuchaba por enésima vez a Covadonga, supe de inmediato que serían para que me diera el reconocimiento que por años me había negado. 

Así que, de todo corazón los invito a:

a) Analizar aquello que más les molesta de los demás y ver de qué forma SE LO HACEN A USTEDES MISMOS.

b) DEJAR DE CRITICARSE, RECONOCER sus virtudes y PERDONARSE. 

Yo haré lo mismo, me pondré mis antenitas de vinil y estaré más atenta a mi diálogo interno. 

Puedo asegurarles que nuestras vidas serán mejores si hacemos esto a conciencia.         

¿Les late? Espero que sí.

 ¡Hasta la próxima!

Laura (Guny) Jurado. 

*El título de esta gunicharrita es casi igual a uno de los muchos videos de Covadonga Pérez Lozana que me están haciendo ver la vida de otra forma. Espero que el darle aquí todo el crédito sea suficiente para poder usarlo. Si no, ojalá que el hecho de que ella sea de Asturias,  la tierra de mis abuelos maternos, sea una buena razón para darme permiso…LOL!

Facebook Comments

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.