Buenas tardes señoritas, ¡pero miren nada más qué guapas vieneeen!
Ay muchas gracias licenciado, usted no hace malos quesos, a ver si me saca a bailar al rato, ¿eh?
¡Cállate pendeja, que no viene solo, ahí está la odiosa de su esposa!
Ay, ya la vi… me cae que si yo no tuviera miedo, le decía a la doña las metidotas de mano que me da su marido por debajo de la falda… ¡ya hasta ni calzones me pongo!
¿Y por qué dices que si no tuvieras miedo? ¡Eres la puta más descarada que conozco!
Ándale, eh cabrona, que si yo no tuviera miedo, le contaba que su maridito y nosotras hacemos unos tríos que ni los de McDonald’s!
¡Cállate pendeja, ya se te subió! ¡Te dije que no revolvieras tequila con cerveza, güey!
¡Me vale pito! Me cae que si no tuviera miedo, también le exigía a mi lic que me comprara un carrito para ya no levantarme tan temprano… eso de tener que agarrar tres camiones para llegar a la maquila está cabrón. Luego ando todo el día con el chocho apestando a sudor de mil colas…
¡Guácala cochina, vas a hacer que me mee de la risa! Pero pues si a esas vamos, que me compre también uno a mí… ¡má… pos’ esta!
Cálmate, no es como que lo vaya a hacer, además yo lo vi primero, y pues no sé mana, yo cada día me enamoro más de ese cabrón. Neta que antes de morir quisiera que Diosito me concediera que la vieja se largara o se muriera y que él se casara conmigo.
Ora sí que te volviste loca, ¡no eres mas que una simple operadora venida a más, pinche Bertha!
¿Qué te pasa pendeja? ¡Si yo no tuviera miedo del karma, me cae que te mandaba unos cholos a que te dieran una buena madriza!
¿Ah sí? ¿Harías eso güey? ¡Pues ya te puedes ir largando de mi casa, pinche piruja arrastrada!
¿Qué pasa señoritas? ¿Todo bien? Necesito verlas a las dos en el saloncito que está al fondo de ese pasillo, ¿me pueden acompañar? -dijo el Tom Cruise de la maquila, barriéndolas lentamente con las pestañas de su ojo derecho.