El 52

El pasado 9 de mayo inicié una nueva vida: arranqué el primer año del resto de mi vida desde cero, ya que según las culturas mesoamericanas, cada 52 años se da un nuevo comienzo. Lo más interesante es que eso nadie me lo dijo… unos cuantos días antes de mi cumpleaños, lo intuí. 

-“52 ha de ser un número especial, ya que son las semanas que hay en un año”, pensé. 

Entonces me puse a buscar… y sí: 52 es sumamente mágico. Como lo explica José Argüelles en su libro ‘El Factor Maya’, un fractal es una proporción que permanece constante, por lo tanto, 52 es un fractal de 5,200 que es lo que tarda nuestro sistema solar en dar la vuelta alrededor de las Pléyades. 

También encontré que en los calendarios mesoamericanos, la rueda calendárica era la combinación de dos ciclos (Tzolkin de 260 días y Haab de 365) y que para coincidir ambos, tardaban 52 años. 

De ahí se originó la ceremonia del Fuego Nuevo que representa un nuevo nacimiento… wow! Nunca me imaginé que yo estuviera a punto de llegar a una edad tan importante y me encantó cómo mi intuición me lo dijo. 

Bueno, pues un poco antes de este cumple comencé a trabajar un poco más en mí, al lado de un chamán muy simpaticón de la ciudad de México, Ricky Angulo. Él me ayudó a descubrir en qué la estaba regando y, curiosamente, lo que él me dijo coincidió perfectamente con lo que los mensajes de los ángeles me decían a diario: “Reconoce tu valor”. Ricky me hizo ver que estaba dejando al último a la persona más importante de mi vida: mi niña interna, y por medio de meditaciones aprendí a escucharla y he empezado a chiplearla. Ahora le compro cosas porque SE LO MERECE. Poco a poquito fui redecorando el lugar donde escribo  y medito… de un cuarto de huéspedes con un escritorio pasó a ser una hermosa habitación con un sofá cama (hechizo) y cojines alegres, mesitas de colores, Budas, ángeles, y cubriendo mi escritorio, un mantel cafecito que era de mis papás y que me trae los mejores recuerdos. Esa habitación es ahora lugar de encuentro de mi niña y mío donde ella puede expresar su creatividad. 

Ricky me enseñó también otras cosas, como a remediar las creencias limitantes de mis dobles energéticos (después de haber analizado mi árbol genealógico)

NOTA: Esta historia está incompleta porque es un refrito de una que publiqué en el año 2016. Como cerré el blog en 2020 durante poco más de un año, tuve que borrar todo el contenido. Ahora que he decidido abrirlo de nuevo, he tenido que hurgar en mis archivos de Word para subir mi trabajo de tantos años. No sé si esta historia sí fue publicada o si se quedó en el tintero, pero como homenaje a mi yo del 2016, la publico tal cual la encontré. Sorry por dejarlos a medias.

Facebook Comments

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.