HO’OPONOPONO – AMOR, PERDÓN , ARREPENTIMIENTO Y ENTREGA

Ho’oponopono: Técnica para fluir y alinearnos para lo que es perfecto y correcto para nosotros. 

El domingo pasado tomé por segunda ocasión un curso de Ho’oponopono con una chava de Torreón que vive en Canadá (Liz de la Peña). 

La primera vez fue hace tres años y me gustó mucho, pero claro que me pasó lo que sucede con casi todo… que no lo puse en práctica con la frecuencia que debía. 

Pero bueno, en esta ocasión fui más por la práctica (el ir a limpiar) que por aprender (o reaprender), así que estuvo bien. 

Liz nos había pedido que estuviéramos unos minutos antes de la hora de inicio. Conociéndome, me pareció muy cañón poderlo lograr, pero de todos modos me propuse intentarlo. Afortunadamente, tenía muy frescas las enseñanzas de Laura Buendía que había compartido en la gunicharrita anterior (Un universo complaciente), así que me puse a repetir como loca:

—Amo y agradezco mi puntualidad perfecta. Amo y agradezco mi puntualidad perfecta. Amo y agradezco mi puntualidad perfecta…

Y efectivamente, el universo envió la orden de puntualidad perfecta y llegué al lugar faltando cinco minutos para que empezara… wow!!!

Me dio gusto ver a Liz. Nos saludamos, pagué y busqué un lugar para sentarme. 

Liz comenzó mencionando las cuatro palabras que se usan en la técnica: TE AMO, LO SIENTO, PERDÓNAME y GRACIAS, pero explicó que Ho’oponopono va más allá de solamente repetirlas. 

HO’OPONOPONO quiere decir CORREGIR O MODIFICAR y su objetivo es fluir con armonía, estar en paz. 

Y aquí nos puso el ejemplo de una orquesta: 

En lugar de querer que los demás toquen nuestro mismo instrumento y estar moliendo para que así sea, dejarlos y que cada quien toque el suyo. En automático, eso nos dará balance y paz.

OK pero, ¿qué hay de fluir? Bueno, para eso primero debemos reconocer que somos 100% responsables de nuestra realidad… si algo está en mi mundo es porque dentro de mí hay una frecuencia que lo está atrayendo. 

Por ejemplo, si alguien marca los diez dígitos de mi celular, éste va a timbrar, pero si se equivocan en un número, mi teléfono no sonará. 

Otro ejemplo: si siempre me consigo novios golpeadores (o hijos de mami, o ¿por qué no? unos perfectos caballeros) es porque hay algo en mí que los está atrayendo. 

En otras palabras:

Mi realidad es una proyección de mi interior: EL MUNDO ES COMO YO SOY.

Lo más maravilloso es que así como  para hacer una llamada no tengo que conocer  nada de celdas ni de canales de voz o circuitos integrados, con Ho’oponopono tampoco tengo que saber qué es lo que hay en mí que atrae a ese tipo de personas.

¿Qué hacer entonces después de reconocer nuestra responsabilidad? Contemplar la posibilidad de un cambio: 

—Si yo co-creé esto, PUEDO CREAR ALGO DIFERENTE, ya que EL CAMBIO EMPIEZA CONMIGO. 

Si bien esto es una afirmación muy importante, hay algo que lo es aún más: YO TENGO la capacidad de CORREGIR esto, NO SOLO PARA MÍ sino PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS, ya que hay muchas memorias que se convierten en KARMA FAMILIAR. 

Y claro, habrá ocasiones en las que va a ser más fácil hacernos las víctimas. Si eso nos llegara a pasar, debemos recordar que es nuestra responsabilidad cambiarlo:

 YO SOY 100% RESPONSABLE de corregir esto. 

Ojo: no tenemos que saber específicamente cómo ni cuándo lo vamos a lograr. Lo único que hay que saber es que debes soltar lo que está dentro de ti que está causando problemas en tu mundo. 

¿Para qué soltarlo? Veamos el ejemplo de una tubería. Si ésta tiene cosas pegadas a las paredes, el flujo de agua va a ser muy limitado, ¿verdad? Lo mismo sucede con la luz. 

Partiendo de la base de que Dios, la divinidad, el universo -o como quieran llamarle- envía constantemente un torrente de luz (PARA TODOS, pues no tiene favoritos) y que la cantidad que recibamos depende de qué tan abiertos estemos, entonces debemos dejar ir lo que nos hace daño para que nuestra tubería (canal energético) esté limpia y se mantenga el flujo abierto. ¿Para qué? Para estar EN PAZ. 

Y ahora sí, habiendo entendido que somos 100% responsables de nuestra realidad y  estando dispuestos a cambiar, pasamos al meollo de Ho’oponopono. 

Comenzamos invocando al amor, repitiendo cuantas veces queramos las palabras que están en mayúscula: 

TE AMO. Con esto, pedimos que el amor entre y por ley de vibración disuelva lo que es tóxico. 

LO SIENTO. Asumimos la responsabilidad de las frecuencias que haya en nosotros o en nuestro karma familiar

PERDÓNAME.  Pedimos perdón, no hacia afuera, sino a nosotros mismos. Pido perdón a mi niñ@ interior, a la parte en mí que guarda todo esto y que está proyectando estos problemas. Pido perdón por todo lo que he dejado entrar, por todo lo que digo y por los juicios que emito.

GRACIAS. Debemos tener la disposición de soltar. Agradecemos a la divinidad por la oportunidad de dejar ir la toxicidad, por recibirla, transmutarla y regresarla a nosotros en forma de luz. 

Un ejemplo sería: 

Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo. Lo siento, lo siento tanto, siento que X situación esté ocurriendo (mencionarla), perdóname mi niñ@ interior por todo lo que he dejado entrar, por todo lo que digo, por mis juicios, ¡perdón! Gracias divinidad por la oportunidad de dejarlo ir (y aquí debemos de estar  realmente dispuestos a soltar), gracias, gracias, gracias, gracias, suelto las memorias que están provocando esto. Suelto la parte en mí que está atrayendo este comportamiento. ¡Gracias, gracias, gracias!

Esto puede durar unos pocos minutos, pueden hacerlo en cualquier momento y en cualquier lugar. No se sorprendan si lloran… de hecho, me acaba de pasar mientras escribía el párrafo anterior. Escogí una situación en mi vida y la abordé asumiendo mi responsabilidad. Al llegar al “lo siento, perdóname”… ¡uf… fue muy liberador! Lloré y lloré y tuve el mismo sentimiento de autocompasión que cuando fui con la Dra. Altés y que conté en la gunicharrita “Me llamo Laura”: 

“Al día siguiente me fui a platicar con la doctora Rosalía Altés. Ella es médico general y también trabaja a nivel espiritual, básicamente con Reiki y la ayuda de los ángeles. Después de un rato de estar conversando, se me antojó pedirle una consulta. 

Lo primero que me dijo al ver mi panza fue: “¿Qué le preocupa?”. Y así como Élida me había explicado que los corajes se van a la parte central del cuerpo, ella me dijo lo mismo de los miedos y preocupaciones. Se puso a trabajar a nivel energético en mi pancita; de repente, me invadió un sentimiento de autocompasión y comencé a llorar. 

Al terminar, me sentí muy aliviada. Le pregunté por qué había tenido ese sentimiento y me contestó que había sido un mensaje del Ser de Luz que vive en mí (o sea, mi Real Ser) por medio del cual me hacía ver el daño que solita me estaba causando. Wow!”

Y así como en aquella ocasión me sentí muy aliviada al final, hoy, después de haber hecho este pequeño ejercicio me quedé tan relajada como si hubiera orado o meditado. Y es que Ho’oponopono es las dos cosas:  una oración con cierta estructura y una meditación, pues de manera consciente nos unimos a la divinidad, le pedimos que transmute lo tóxico y recibimos su luz. 

Debo aclarar que la situación que solté no se ha compuesto todavía (pues claro, si no es la Lámpara de Aladino), pero las palabras que Liz nos dijo al respecto me hacen tener esperanza:

—Tengan la certeza de que si piden guía, en ese momento va a llegar… a lo mejor como un archivo comprimido (de esos que terminan en ‘zip’), pero si es así, no duden que se abrirá en el momento que deba de ser. 

El curso me gustó. Si bien, fue de menos horas que el primero, disfruté el hacer varios ejercicios de limpieza con el grupo, pero sobre todo, el poder tomar apuntes pensando en compartirlo con todos ustedes. 

Si a ustedes les gustó lo que leyeron y les interesaría practicar Ho’oponopono, busquen en internet a Liz de la Peña. Ella ofrece sesiones virtuales para limpiar memorias (pero apúrenle, porque creo que ya va a cambiar de giro).

También les recomiendo buscar a Vivi Cervera,Mabel Katz y Susana Majul. En lo personal, soy mega fan de ésta última, ¡me encantan sus meditaciones (las encuentran en youtube)!

Por último, ya para despedirme, los dejo con algunas frases que es importante recordar:

  • YO SOY 100% responsable de mi realidad
  • Si yo co-creé esto, PUEDO CREAR ALGO DIFERENTE, ya que el cambio EMPIEZA CONMIGO
  • YO TENGO la capacidad de CORREGIR esto, NO SOLO PARA MÍ, sino PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS
  • Si me siento víctima, debo recordar que YO SOY 100% responsable de corregir esto
  • Mi realidad es una proyección de mi interior: EL MUNDO ES COMO YO SOY
  • Si NO ME GUSTA lo que estoy PROYECTANDO, debo ponerme a LIMPIAR
  • Estoy aquí para que FLUYA AMOR Y LUZ en y a través de mí
  • Debemos FLUIR, pero siempre pidiéndole a la DIVINIDAD que nos ayude
  • Un (una) TÚ EN BALANCE es lo mejor que puedes darle al mundo
  • No LIMPIAS por los demás, sino por ti, PARA FLUIR Y ESTAR EN PAZ

¡Hasta la próxima!

Facebook Comments

Leave a Reply

This site uses Akismet to reduce spam. Learn how your comment data is processed.