Vivir en el presente

El día de ayer tuve la fortuna de asistir a un retiro de bienestar. Mi amiga Ana (de Pilates) me había insistido mucho que la acompañara y como suele pasar, al final fui yo sola.

Llegué faltando minutos para las 10, hora de inicio del retiro. Me llamó la atención que en el camino vi un cachorrito de pastor alemán corriendo. Digo me llamó la atención porque es la segunda vez que me encuentro un perro perdido cuando me dirijo al centro LIGHT. La primera vez fue hace unos meses, ya ni me acuerdo qué raza de perro era, solo sé que era peludo y chiquito. Esa vez me paré y lo subí a la camioneta para revisar si traía plaquita con sus datos. Apenas lo había subido cuando se acercaron unas muchachas desesperadas, gritándome que ese era su perro. Se los entregué, feliz por el reencuentro y porque ya no me iba a retrasar. En esta ocasión, por desgracia, el méndigo perrillo no me hizo el menor caso. Me bajé, le chiflé, abrí la puerta de la camioneta, pero salió corriendo para el otro lado. Lo que me tranquilizó es que no se veía perdido, o sea que tal vez solo salió a dar el rol.

Perro perdido

En fin, una vez en el Centro, me registré, hice el pago y pasé al salón a sentarme. En ese momento me di cuenta que no llevaba nada para apuntar, pero recordé una imagen que acababa de ver de una viejita rodeada de muchas personas con sus teléfonos y cámaras y ella solamente disfrutando del momento con sus ojos y oídos, así que decidí que yo también haría lo mismo.

A los pocos minutos se acercó una muchacha a decirme que nos habíamos conocido en el retiro de meditación en silencio, el pasado mes de mayo. Me dio mucho gusto verla, ya que me había caído muy bien. Platicamos un rato, luego regresó a su lugar, y Lynn (una de las meras meras del Centro y organizadora de este evento) pasó al frente a darnos la bienvenida.

Comenzamos con una meditación muy especial, cuyo propósito es alcanzar la iluminación o conciencia universal a través de la activación y desarrollo de los centros energéticos (chakras) del corazón y la corona. A estos chakras se les conoce como corazones gemelos, por lo que el Maestro Choa Kok Sui le dio el nombre de Meditación de Corazones Gemelos. Lynn puso el CD con la meditación guiada y una vez que nos hubimos convertido en un canal para la energía divina, se nos pidió que visualizáramos la Tierra como una pelota girando frente a nosotros. Entonces, con las manos levantadas hacia enfrente, la bañamos para que todos se beneficiaran con esa energía.

Meditación en corazones gemelos

Después de este hermoso ejercicio, Lynn presentó a otro de los organizadores, un médico que trabaja en el hospital de Fort Bliss (base militar ubicada en El Paso, Texas), quien a su vez, presentó a la conferencista del día, la Psicoterapeuta Sharon Ferrell.

Sharon, una mujer de poco más de 60 años, vestida de blanco y con unos ojos chispeantes y una sonrisa contagiosa, comenzó su conferencia.

Nos contó que llevaba ya muchos años atendiendo al personal de Fort Bliss, especialmente a aquellos con estrés post-traumático y que para ello había desarrollado un programa de cinco pasos. El objetivo: vivir una vida centrada, o sea, una vida enfocada en el presente.

Militares

Bueno, pero… ¿qué pasa si vivimos en el pasado? Pues que muy probablemente nos llenaremos de lamentaciones y/o de remordimientos:

—Ay, ¿por qué hice/dije/no hice/no dije tal o cual cosa?

— ¡Qué mala onda que Fulanito de Tal me haya hecho eso!

— ¿Por qué se tuvo que morir tal o cual persona?, etc.

Por su parte, si vivimos en el futuro, nos comerán la ansiedad y las preocupaciones.

  • Se me hace que me van a correr del trabajo… ¿qué voy a hacer?
  • ¿A qué hora irá a llegar mi hijo de la fiesta? ¿Estará bien? ¡Ay, ojalá que no vaya a chocar!
  • Esta Navidad toca con mi familia política… ¡qué horror, de seguro mi suegra se va a poner de grosera como siempre!

O sea que si vivimos en el pasado o en el futuro, perdemos algo inmensamente valioso: NUESTRA PAZ.

Mujer Paz

¿Cómo no caer en eso?

Viviendo momento a momento, como si estuviéramos asomándonos a una casa por una ventana, y para explicar esto, Sharon puso sus manos alrededor de sus ojos (como para concentrar mejor la vista) y comenzó a caminar de lado “estoy aquí, estoy aquí, estoy aquí”.

En otras palabras, estar conscientes del aquí y el ahora.

Ella también mencionó el reclamar nuestro poderío. Si somos hechos a imagen y semejanza de Dios, una chispa divina (para los que no sean religiosos), una parte del Todo, quiere decir que somos gigantes, ¿verdad?

Gigante

Y entonces, ¿por qué nos comportamos como si fuéramos hormigas? ¿Por qué dejamos que en lugar de que sea uno (el gigante, el de origen divino) el que controle su vida, lo haga una niña o niño de 3 ó 4 años… berrinchud@, herid@, lastimad@? El que debe llevar el volante es el grande, no al revés.

Berrinche

Para propósitos prácticos, podemos considerar que dentro de nosotros cohabitan esas dos personas: el gigante (mi Real Ser) y el niño o la niña (mi ego).

Muy simpática, Sharon se puso a jugar a que estábamos en el programa de Oprah y me escogió para dizque entrevistarme.

  • ¿Eres segura de ti misma? (o algo así, no recuerdo ya bien la pregunta)
  • No, contesté, un poco apenada
  • No le estoy hablando a la niña chiquita, le estoy hablando a la parte de ti que es divina, al gigante…
  • Ah no, pues entonces sí lo soy.

Al rato me hizo otra pregunta… y volví a caer:

  • ¿Te duele algo ahorita?
  • Pues sí… siento como un tirón en el hombro
  • ¡Jajajaja, noooo, otra vez me está contestando la niña!
  • Jajaja, tienes razón, no me duele nada porque soy un gigante.

Y ahí mismo hizo que me comprometiera a realizar el punto número uno de su programa:

  • Vivir en el presente por 1 hora.

Esto debería llevarlo a cabo, saliendo del retiro.  Luego procedió a explicar los demás puntos:

  • Vivir en el presente por 24 horas
  • Vivir en el presente por 3 días.
  • Hipnosis

Para esto, Sharon lleva a sus pacientes a un viaje imaginario por un bosque. Les dice que los dos son gigantes y van en busca de su niña (o niño) que se oye llorar a lo lejos. Cuando lo encuentran, el paciente lo debe tomar en los brazos y prometerle que lo amará sin condiciones, que lo protegerá y lo valorará.

  • Vivir en el presente por 3 semanas.

Los resultados que ella ha obtenido con sus pacientes han sido increíbles. Yo no dejo de sorprenderme de que Fort Bliss acepte este tipo de terapia, la verdad, mis respetos para quienes toman ese tipo de decisiones, ya que muchos de los militares que regresan de la guerra lo hacen sumamente trastornados.

Sharon también nos contó un descubrimiento que hizo en su consulta. Dice que al preguntar a sus pacientes si habían podido cumplir con el reto de vivir en el presente, muchos de ellos dijeron que no, y le explicaron sus razones:

  • Es que llegué a mi casa y mi esposa me dijo que estaba muy gordo.
  • Es que una persona me la rayó mientras yo iba manejando.

… y como decía mi querido jefe el Ingeniero Reza cuando le salía con algún pretexto: ‘Es que, es que…’.

Excusas

Después de años de apuntar todas las justificaciones que sus pacientes le habían dado, ella llegó a la siguiente conclusión:

No es lo que otros te hacen, sino cómo reaccionas a ello, en otras palabras, lo que te saca de tu centro es el juicio que haces después de una acción. ¡Toin! Me pareció clarísimo y totalmente lógico: nadie tiene el poder de alterarme, solo yo.

La conferencia terminó en medio de un estruendoso aplauso, ¡a todos nos encantó! De ahí pasamos a disfrutar de una deliciosa comida hindú-vegetariana; al terminar me acerqué a donde estaba Sharon y le di las gracias. Ella respondió con un abrazo muy caluroso… la verdad es que desde que la vi me atrajo su personalidad. Le dije que me había encantado, que lo había explicado tan bien que lo hacía ver muy fácil. Riéndose, contestó que entonces no debía vivir una hora en el presente, sino dos, jajaja. Y bueno, ya platicando, me enteré que hablaba perfecto español porque había vivido cinco años en México y trabajado nada más y nada menos que como cantante en el grupo de los Hermanos Castro. Encontré una foto y con su permiso, la anduve presumiendo por todo el salón (es la güera guapísima de la derecha).

Castro 74

Posteriormente tuvimos sesiones de sanación pránica, terapia de sonido y mensajes de los ángeles a través de cartas.

El retiro terminó con algo un poco extraño, la primera parte de la meditación Kundalini de Osho, en la que nos sacudimos durante 14 minutos al compás de una música bastante curiosona. Como lo hicimos con los ojos cerrados, pude vencer mi timidez y ya casi al último, hasta lo disfruté.

Salí del lugar feliz, dispuesta a cumplir con las dos horas del compromiso… y más. Al momento han pasado alrededor de 28 horas y ahí la llevo.

Los invito pues a unirse a esta intención de vivir de manera centrada. Si les interesa lo de la hipnosis, les puedo pasar los datos de Sharon (esto es cuando ya tienen 3 días en ese estado). También, pueden escuchar por internet la meditación de corazones gemelos. Solo tienen que buscarla y listo.

Ya para despedirme, solo me resta agradecer a mi amiga Ana por decirme del retiro, a Lynn, Richard y Sobha por organizarlo, a Sharon por compartir sus conocimientos y a ustedes –como siempre- por hacerme el favor leer y/o comentar lo que escribo

¡Hasta la próxima!

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